domingo, 26 de abril de 2009

Joder

Quizas ayer fui solo un fantasma para ti, un solo recuerdo fugaz entre un torbellino de imagenes y colores, entre una maraña de alcohol, sudor, y caricias por debajo de la ropa. Pero para mi, fuiste de nuevo ese imperioso sentimiento, ese pensamiento que domino mi mente hasta que por fin pude descansar de la vigilia nocturna. Fuistes de nuevo esa chica de la biblioteca. Y de nuevo me quede callado

Tick

martes, 21 de abril de 2009

Mil espinas

El chico se encontraba tumbado en su cama, sin hacer el más minimo ruido, como si siempre hubiera estado alli. Su imagen se perfilaba en el reflejo de las aspas del perezoso ventilador del techo, que giraba con lentitud y hastio, como si el tiempo fuera ralentizandose poco a poco sin remedio. El chico no lo observaba. Simplemente clavaba sus ojos en el vacio, con una expresion digna de una estatua. Unos rayos de luz se colaban por la ventana, iluminando levemente la camiseta negra de "bullet for my valentine's" que le quedaba tan grande. Al chico le gustaba llevar ropa ancha. Disimulaba su cuerpo poco cuidado y debilucho, le hacia sentirse protegido ante las miradas indiscretas de aquellos que no habían pedido permiso para juzgarle

Alguien llamaba al telefono. El sonido se propagaba por el lugar como si se tratase de una plaga de insectos, invadiendo cada recodo sin piedad, y taladrando la oreja del chico, que, al parecer, no se daba cuenta de lo que ocurría. Sonó una, dos, tres, cuatro, y hasta siete veces, luego, saltó el contestador. Una voz femenina hablo con inseguridad, como si tuviese miedo de que la comunicación se fuese a cortar en cualquier momento. Su voz era suave, pero el telefono la distorsionaba hasta convertirla en un pequeño zumbido molesto, uno de esos sonidos con los que no te gustaria despertarte por la mañana

"Oye, estas ahi?"

Silencio

"Si estas ahi, por favor, responde... Necesito hablar contigo..."

Silencio

"..."

Silencio

"¿Por que no respondes a mis llamadas? No puedo seguir así. No puedo. Necesito hablar contigo, pero es como si hubieses desaparecido. Se que hice mal, y no hay excusa que valga. Pero..." La voz se quebró. Durante unos segundos, dió la sensación de que iba a colgar

Entonces siguió

"Te quiero. Se que tu también me quieres. ¿No es eso suficiente?" La voz estaba sollozando

Silencio

La voz desapareció, y se oyó un sonido abrupto y seco, que indicaba que no había nadie ya al otro lado de la línea. El chico suspiro, el primer signo de vida en varias horas, y luego se incorporó, sentandose sobre la cama. Se sujeto la cabeza con las manos, luego cubrió su rostro con estas

Durante unos segundos, pareció que de nuevo, el mundo se detenía

Luego, el chico comenzo a sollozar

jueves, 16 de abril de 2009

Tick

16-04-09
25-04-09
29-04-09
30-04-09
31-04-09
2-06-09
11-06-09
14-06-09

The elephant in the room

Maldita lola y sus "word of the day". Reconozco que no todas son tan interesantes, pero es que algunas se me meten entre ceja y ceja y no salen de ahi. La ultima es una de esas frases. Sobre todo porque yo tengo una mente muy grafica, y cada cosa que me pueda imaginar...

Lo peor es que ha dado rienda suelta a mi memoria. Y con eso me refiero a algo malo. Si, en serio

El caso es que estaba en clase de programacion, una de esas clases que son interesantes los 10 primeros minutos, hasta que la profesora se pone a explicar cosas que son "obvias" (y lo pongo entre comillas porque son de esas cosas que despues te matan en un examen) y entonces te das cuenta del sueño que tienes, de lo bien que estarias en la playa tomando el sol en ese momento, o de la peli que vistes el otro dia, o del juego que tienes que prepararte para el campamento, o, simplemente, de que clase de vida y nutricion llevaran las musarañas, con todos los riesgos que ello implica para la raza humana. Por suerte (para la profesora, que es una desalmada que quiere verte suspender ya que nunca fue joven y nacio deseando el mal a sus prójimos, por supuesto, no para ti), más tarde te despiertas y te das cuenta de que lo que hay en la pizarra ya no es tan obvio y de que no te enteras de una palabra. Haciendo un pequeño inciso, yo distingo entre dos tipos de clases: Las aburridas en las que no atiendo porque todo es demasiado simple y yo soy demasiado guay como para prestar atención a asuntos tan vanales (es con b o con v? Nunca lo sabre...), y las aburridas en las que no atiendo porque todo es demasiado complicado y tengo que estudiar para enterarme, por lo que atender solo supone un gasto inecesario de energía. Esta última tiene dos versiones secundarias: La de "Uf, esto es porque no vine el otro dia, a ver si pillo apuntes..." que se transforma en un circulo vicioso de "ya los pedire" y "deberia haberlos pedido" hasta unas semanas antes del examen, y la versión de "Este profesor es un mierdas y no sabe explicar", tópico que por norma general no se suele cumplir (aunque en la uni hay de todo, no me malinterpretes) y acaba siendo tu culpa. Y en algunas ocasiones, cuando la luna se alinea en 90 grados con el sol y el trópico de cancer se encuentra en la posición inversa al circulo polar de Omega (por ejemplo), la clase resulta interesante, la entiendes, y aprendes. Pero eso acaba convirtiendose en leyenda, la leyenda en mito, y el mito en "tio, ese tipo de clases no existen". Todo es culpa del alumno, recuerda. En fin, me dejo de tópicos

El caso es que estaba en programación, en uno de esos momentos en los que la clase entera empieza a derretirse como la cera, y tu sientes que estas dando cabezadas (si, debería dormir más. Maldita ausencia de fuerza de voluntad!!!), me acorde de la frase de lola. Y empecé a divagar sobre como sería la aplicación práctica de esa situación. El caso es que acabé, tras unos minutos de reflexión y de nirvana, o sease, un estado en el que estas a un pelo de quedarte sopa y a varios kilómetros de la realidad que te rodea, imaginandome a un elefante pisoteando alumnos y destrozando mesas. Y la gente aplaudiendo. Y justo entonces, en el momento clave, el elefante cogía a la profesora con la trompa, y la devoraba sin piedad. Los alumnos (los que seguían vivos) se levantaban y aplaudian (algunos silbaban y hasta reían histéricos), me felicitaban por haberme traído esa maravillosa mascota a clase (como en cierto capítulo de los simpsons en el que Bart lleva a su perro a la escuela... Y sí: debería ver menos esa serie y similares si quiero hablar con gente normal de temas normales sin mencionarlas...) y algunos incluso se acercaban a acariciarle. El elefante les aplastaba a veces, pero lo único que hacían los otros era emocionarse más. Al final, entraba un profesor y me daba un diploma por servicios a la universidad, porque decía que lo del elefante había sido una gran idea, y...

Y entonces, volvi a la realidad. Y leñe, da que pensar. Que significan estas divagaciones? Odio a mi profesora (una tia bien maja) y su asignatura hasta el punto de querer que sea devorada de la forma más ridicula e inecesaria posible? Tengo afan de protagonismo y quiero que la gente se fije en mi a pesar de que sea por razones totalmente ilógicas? Me gustaría destrozar todos los grilletes que atan mi vida y hacer alguna locura? Tengo ganas de ver algo ilógico y ridículo, algo sin sentido que me alegre el día, porque estoy harto de tantas normas y tantas conductas preestablecidas? Me gustaría tener un elefante? Me estoy volviendo loco? O simplemente ha sido un fruto de mi imaginación enferma debido al aburrimiento excesivo?

En fin, al margen de todas mis rayaduras de cabeza (que, por cierto, no tienen nada que ver con el significado real de la frase en sí), la verdad es que ahora mismo debería estar haciendo un trabajo. Así que dejemos el tema del elefante para otro dia (o sease, para nunca)

martes, 14 de abril de 2009

Anclados a un reloj

Cada mañana, una masa impensable de mujeres, de hombres, de niños y niñas, de ancianos y ancianas, y de toda clase de animales de compañia, se levantan una vez más, a una hora programada, como el resto de días. Realizan las mismas tareas que sus congéneres, de una manera u otra, y se pasan el resto del día actuando como siempre. Se mueven al compás, ya que saben donde les corresponde estar, que les corresponde hacer, y que les toca pensar. Se convencen de su propia concepción de sí mismos, creen vivir de forma única e irrepetible, bailan al compás en una danza que lleva orquestandose años, si no décadas, e incluso siglos. Las anomalías son eliminadas, o modificadas para adaptarlas al sistema. La raza humana crece poco a poco, de forma ordenada pero descontrolada

Y en estos tiempos de cemento y electricidad, se le da valor a algo que siempre ha atemorizado al hombre, desde que este obtuvo uso de razón: El tiempo. Cada persona lleva un móvil, o un reloj, o algo que le recuerde en que hora se encuentra en ese instante, y así planificar el resto de sus movimientos, para que nada le llegue de improvisto. Dependemos de ese reloj, de esa manecilla que se mueve lentamente marcando los minutos con lentitud y hastío. Muchos no paran de mirarlo, a todas horas, temerosos de perderse algo importante, alguna reunión sin sentido, algún encuentro con un conocido lejano, o con un familiar al que llevan sin ver mucho tiempo. Otros solo lo hacen de vez en cuando, y el resto de los que los rodean se encargan de recordarles sus obligaciones, sus responsabilidades, su falta de atención... Ya que no cuentan el tiempo. Y al final acaban por absorverles en esa marabunta de cuentas atrás, de carreras por la acera intentando no perder el bus, de despertadores sonando y resonando en cada habitación cuando despuntan los rayos del sol

Muchas veces es necesario controlar el tiempo. Es natural. Es nuestra naturaleza. Los animales se despiertan al salir el sol, se refugian cuando este se encuentra en su punto más alto, y duermen cuando cae tras la línea del horizonte. Todos medimos el tiempo, al mínimo retazo de consciencia que aparezca en nuestro cerebro, seamos humanos, monos, o incluso simples insectos. Nosotros, los privilegiados, la especie predominante en la tierra, los "hijos de Dios", como nos llaman algunos, necesitamos medirlo mil veces más. Vivimos en sociedad, eso es inegable, y necesitamos normas, al menos para no matarnos los unos a los otros. El tiempo es necesario

Pero un servidor se pregunta, a veces (y solo a veces), si en verdad somos dueños de nuestros actos, y si no somos más que un grupo de mecanismos, un conjunto de emociones y sueños ya programados que se activan cuando llega la hora, como si se tratasen del cuco de uno de esos relojes tan antiguos y tan siniestros, saliendo a cantar cuando le toca, y escondiendose después hasta su próxima aparición. Quizás si es verdad que nosotros decidimos, que lo que hacemos es necesario, que cronometrar nuestra vida es un paso más para llegar a ser felices. Pero después me fijo en aquellos pingüinos de traje y corbata, en esos jovenes corriendo a lo largo de la calle con sudor en la frente, en este simple reloj que adorna la parte derecha de mi ordenador, y que cuenta poco a poco cada minuto, sin cansarse, sin quejarse, y me pregunto si, a pesar de estar este sujeto a nuestra muñeca por nuestra propia voluntad, no seremos nosotros los que estamos anclados al reloj



Pd: Gracias, Irene, esa frase me ha dado que pensar... XD

jueves, 2 de abril de 2009

Jirones de piel enredados en verjas metálicas

Hoy me siento muy metal (Gran expresión, por cierto). Hoy estoy negativo, estoy oscuro, estoy con astillas clavadas dentro de mis labios que me impiden gritar al cielo para pedirle de una vez redención. Metal negro como mi corazón. Soy aquel que dejó atrás las medidas y el orden para internarse en un mundo de paradojas y absurdos, de caminos que no llevan a ningun lado, pero que tienen más sentido que los caminos que llevan a cualquier sitio. Hoy veo todo prefijado, veo solo cadenas que me arrastran sin poder evitarlo, cadenas que se clavan en mi piel, lentamente...

Hoy siendo odio. Odio hacia aquellos que han hecho de mi lo que soy, odio hacia aquellos que harán de mi lo que no quiero ser, o lo que seré. Pero sobre todo, odio hacia mí. No veo las cosas en color, si no a blanco y negro. Blanco por la ausencia de lo que me importa realmente, que es nada. Nada que este aquí, nada que pueda tocar con las manos. Como conservas una emoción? Como conservas un sentimiento? No puedes. No existen. Son solo conceptos, no puedes luchar contra lo que no existe. Si puedes engañar a tu mente con trucos y artimañas, pero cuando llegas al fin te das cuenta de que el único engañado eras tu mismo

Jirones de piel en verjas metálicas, cuervos graznando en un árbol despellejado por el tiempo, el viento, y el frío del invierno que no parece acabar nunca. Algo así soy yo, un fantasma, una sombra de lo que fui hace tiempo, y que se perdió para siempre. Para bien o para mal. Ya no veo el mundo con inocencia y fascinación. Ya no pienso que hay tiempo de sobra para crecer, ya no miro con admiración a esos gigantes de papel y divinidad, porque poco a poco me voy convirtiendo en uno de ellos. Me han puesto delante una zanahoria, y a los lados dos pantallas negras, para que solo vea la zanahoria. Y solo veo la zanahoria. Para que quiero mas?

Hoy siento que el mundo es tan complejo que duele perderte entre sus oscuros callejones. Hoy me siento rodeado por la ilusión, hoy siento que nada es real. En que momento decidi dejar de creer que había algo mas? En que momento caí en los errores que denunciaba constantemente? En que momento me deje llevar por promesas incumplidas y miradas de luna? Hace cuanto llevo...?

Hoy tengo un dia metal

Suplantaciones de identidad

La primera vez no fue importante. Me mosquee un poco, pero... Quien no? A nadie le gusta cuando alguien coge algo que es suyo, algo que el considera suyo, y lo manipula de forma vil y malintencionada para dejarle en ridículo. Aunque sea una simple broma, aunque sea tan ridícula que demuestre la madurez mental del susodicho personaje misterioso (no por la acción de divertirse con tonterías como esa, lo cual puede ser aceptable -si va borracho, por ejemplo...- si no por la simpleza de sus comentarios, y su poca falta de imaginación), aunque no afecte para nada a tu vida diaria, e incluso te dé una buena anécdota para contar en el futuro, siempre te molesta que alguien intente divertirse a tu consta. Muchas veces no le das importancia, pero hasta el más indiferente tiene algo de orgullo en su ego

Aún así, casi me lo tomé bien. Es decir... Qué más daba? Incluso me venía bien. Quién creyese que yo podía ser capaz de mandar un mensaje por mail diciendo cosas como las que ese personajillo puso en mi boca, tampoco me resultaba una persona fascinante de conocer. Aquellos que a la mínima tiran piedras al aire y creen todo lo que les cuentan son muchas veces causa de más problemas que de soluciones. Así que lo deje correr. En fin, es una tontería enfadarse por una chorrada así

La segunda vez quizás me ha molestado un poco más. Puede ser porque esta vez era incluso más creíble (muchas veces digo lo de los frikis de la politécnica y tal...) que hubieran puesto "freak" en mi estado del tuenti (si, esa maldita secta a la que juré no apuntarme...) que la otra vez, cuando solo era una sarta de tonterías. Bueno, hago declaración de principios: No me importa que la gente me llame freak, o lo que le de la gana. Reconozco que hay cosas que hago que si estan consideradas dentro de ese grupo social en el que esta inmersa media España (Si, parece increíble, pero hoy en día, parece que todo es de frikis. El colmo fue cuando me dijeron que era friki por tocar en un grupo, o por no jugar a los videojuegos de fútbol... Cagate, lorito), y no me avergüenzo de ellas (bueno, quizás de sacrificar pollos... Es coña, es coña...). Además, si utilizo esa palabra siempre lo hago de coña, y lo mismo hace la gente que me importa. Y si alguno me lo dice con animos de ofender, pues le hago el mismo caso que a mi hermano cuando entro en casa y se tira a saludarme como si hubiera tomado LSD o similares. Cada uno es libre de pensar lo que quiera, y yo lo respeto

Ahora, que pongan palabras en mi boca, declarandome una cosa que no me considero... Bueno, mosquea un poco. Y más teniendo en cuenta que ya lo han hecho antes. Quizás me explico mal, ya que la principal razón de mi cabreo es el tema de las contraseñas. Alguien se sabe mi contraseña del hotmail y del tuenti, y, por consiguiente, una gran lista de contraseñas que utilizo para otros asuntos. Es un poco inquietante, todo hay que decirlo

En fin, voy a seguir haciendo oidos sordos. Y que las cosas se solucionen solas. Si, soy un poco cobarde. Yo prefiero llamarlo pasotismo, que queda más estereotípico